No se por donde empezar.
Tal vez en agradecerte todos los magníficos momentos que pasamos juntos. Aunque no pareciera, yo siempre te necesité y aunque nunca te lo pedí, tu siempre estuviste ahí, dandome soporte, ayudandome en todo lo que necesité... escuchando mis pensamientos.
Sé que siempre deseaste mi bien, también te lo deseé a tí.
Te agradezco haberme regalado tu amor, brindarme tu calor, siempre lo sentí.
Tus besos eran tan profundos, aunque parecieran tan superficiales a la vista de los demás.
Me hiciste sentir el ser más amado del planeta. No supe que pensar, que hacer, que decir, traté de dar lo mejor de mi, tal vez lo logré pero después te hice dejar de sentir.
Mi comportamiento tan indiferente...
Jamás me dí cuenta hasta hoy de la importancia de tu presencia en mi vida, te extraño tanto...
Lamento haber permanecido callado. Y ahora que no estas aquí, no me escuchas decir:
Te amo
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